lunes, 22 de octubre de 2012


Cuento con base al vídeo "Danza Butoh"





El viaje equivocado

Salomé era una joven colombiana que había decidído terminar sus estudios en el exterior, emprendió su viaje hacia Tokyo, Japón, en donde estába una de las escuelas más reconocidas de arte dramático, pues el sueño de ella era ser una reconocida actriz. Su familia la apoyaba en todo y solamente querían que fuera feliz, así que le ayudaron a conseguirse un lugar en donde vivir y el dinero suficiente para poder comprar su pasaporte. Así fue y al llegar se encontró con un contacto que sus padres habían conseguido. Era una anciana que vivía en una casa con más de 7 habitaciones y 3 pisos. Esta anciana vivía sola, su aspecto era desagradable y de mal humor. Salomé le causo un poco de impresión y a la vez miedo, sin embargo no le prestó atención y se instaló en lo que sería su nuevo hogar. Estaba tan cansada del viaje que solo quería dormir. A la mañana siguiente se arreglo desde muy temprano. Tomo un baño y mientras estába en la ducha escuchó un ruido extraño,  pero no vio a nadie, se sintió insegura por un instante y esto despertó duda en ella. Al salir del baño mientras se maquillaba para irse, volvió a escuchar un ruido, esta vez sí se preocupó pues provenía de la puerta, se levantó a mirar que era el ruido y mientras miraba  sin explicación alguna el vidrio del espejo se rompió (CRUISH), Salomé grito del susto y corrió rápidamente hacia donde estaba su espejo pero no vio nada raro. Después de tanto pensar decidió salir a investigar y conocer un poco más la casa, pues se le hizo muy raro que la anciana de nombre Chung Lee no se encontrara en ella. Respiró profundo y se levantó, caminó hacia la puerta y la abrió lentamente mientras ésta emitía un chillido como el de la madera (ÑIIIUUGG), empezó a recorrer cada pasillo de la casa, observando cuadros muy extraños y figuras llamativas pero de dudosa procedencia, esto le causo incertidumbre de no saber si estaba sola en esta gran casa o si alguien o algo la estuviera observando. Siguió caminando, cuando de repente descubrió una puerta grande y dura, hecha en metal, esta puerta era totalmente diferente a todas las demás que había en la casa. Salomé dedujo que era la habitación de Chung Lee. No supo cómo reaccionar al ver la magnitud de esta puerta que en realidad parecía una muralla de metal, se sintió tan frágil al estar en frente de ella que no sabía si tocar o seguir su camino. Después de un tiempo decidió tocar pues no tenía nada que perder, así que empuño su mano y golpeó tres veces, TUMB , TUMB, TUMB…Al otro lado respondió la anciana en  japonés y Salome no le pudo entender lo que decía; Se quedo callada y espero unos minutos a ver si abrían la puerta. Efectivamente la anciana salió para ver que ocurría. Salome no supo que decir y solo dijo:-Buenos días. La anciana la miro y de un solo jalón la metió dentro del cuarto. Este cuarto estaba lleno de muñecos vudú, santería, esoterismo y embrujos. En una mesa un libro grande, negro, con un título que decía “Black Magic” (Magia Negra). A Salomé la invadió el miedo y solo pensó en su familia pues no creía salir viva de esta. La anciana la amarro y comenzó a recitar estrofas que había en el libro. Salomé empezó a llorar y a sentir una sensación rara, algo que le entraba en su cuerpo; No sabía lo que era, pero cada vez esta sensación la apoderaba más y más. La anciana no paraba de recitar y cada vez más lo hacía fuerte, Salomé mientras tanto no paraba de llorar y se le pasó toda su vida por la mente. No paraba de moverse e intentarse liberar, pero era imposible, Chung Lee tomó una piedra que estaba al lado del libro y comenzó a golpearle los pies y su cuerpo (TACK, TACK, TACK, TACK,) , Salomé sentía un gran dolor y sus pies y cuerpo no paraban de sangrar, pero no podía hacer nada pues a medida que este espíritu se apoderaba de ella, se sentía más débil y perdía el conocimiento y la respiración. Empezó a sentir que su corazón se detenía y sus pies se quemaban como el fuego del infierno. Poco a poco su corazón paro de latir y su cuerpo ya no era de ella sino del espíritu. La anciana reía y sentía placer al ver esto. Salomé murió al instante y su ultimo recuerdo fue la cara de Chung Lee con una gran sonrisa y sus ojos saltones.
Este fue el final de una joven colombiana que tenía el sueño de salir adelante y ser una actriz reconocida a nivel mundial. Así mueren sus sueños.

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