lunes, 22 de octubre de 2012

Cuento con base a la imagen “el grito”



La llamada

Recibió una llamada a su celular. No reconoció el número y prefirió no contestar, no le dio importancia y siguió su camino. Volvió a sonar su celular, era el mismo número desconocido, se preguntó si seria de su trabajo o sus amigos, sin embargo dejo que sonara y no contestó. Sonó de nuevo su celular, pero esta vez la duda lo invadió y decidió contestar con un tono desafiante y molesto.
-Aló!
- Señor Javier Hernández?
-¡Si, con él! ¿Con quién hablo?
-Habla el oficial Sánchez, de la Policía Nacional
-Si señor, cuénteme…- dijo Hernández
-Lo que pasa es que ah sucedido algo en su casa, que no es nada bueno, pero no le puedo dar más detalles, necesito que se venga lo más pronto posible hasta acá señor Hernández.
-¿Cómo así? ¿Qué paso? Dígame algo oficial por favor! – exclamo Hernández en un tono de desesperación.
-No le puedo dar detalles por teléfono, necesito que este acá en su casa señor. Paso algo con su esposa.
En ese momento el oficial colgó dejando a Javier con una enorme duda y una angustia que no era descriptible. Javier corrió un par de cuadras en rumbo a su casa, luego de ver lo lejos que se encontraba del lugar, empezó a buscar un taxi con desespero; Ningún taxi lo quería llevar en ese momento, pensó en tomar el tren, pero se encontraba lejos de la estación y podía perder tiempo. Tomo el celular y decidió llamar a su esposa. Nadie respondía, solo sonaba y sonaba pero no contestaban, intento así unas 10 veces mientras intentaba encontrar un taxi vació  Su impotencia le carcomía su ser y la angustia no lo dejaba pensar con claridad. Logró tomar un taxi y se dirigió a su casa.
-Lléveme a la carrera 24 con 15, lo más rápido que pueda señor! – le dijo al taxista con la voz entrecortada
En el taxi seguía llamando a su esposa pero nadie atendía el celular, así que desistió. En cada llamada que hacia su desespero aumentaba y se hacía cada vez más grande.
Llego a su casa, todo estaba acordonado por la policía, el lugar lleno de patrullas de policía, una ambulancia y lleno de gente del común que se habían acercado a ver qué pasaba. En ese momento, Javier al ver todo eso, comenzó a llorar, los nervios lo invadieron y su corazón no paraba de palpitar, cada vez más rápido. Llegó hasta la entrada de su casa en donde estaba un policía impidiendo la entrada de la gente, pero a Javier no le importó eso.
-Lo siento señor no puede pasar. – Dijo el policía
- ¡Yo soy el esposo y esta es mi casa, maldita sea! – Grito Hernández y empujó al policía con un brazo para abrirse paso.
Caminó por la sala hasta la cocina. Todo estaba revolcado y desorganizado, todo estaba tirado en el piso y destrozado, como si alguien hubiera peleado. Llego hasta la cocina y no encontró a nadie, así que decidió caminar hasta las escaleras. Comenzó a subir cada escalón y halló gotas de sangre, a medida que avanzaba de escalón, las gotas de sangre aumentaban.
El desconcierto y las lágrimas crecían en Javier, mientras seguía subiendo. Al llegar al segundo piso, salió a correr hacia su habitación a buscar respuestas a lo sucedido, en la entrada a sus pies vio un charco de sangre en donde estaba el oficial Sánchez. Sánchez con la mirada supo que se trataba del señor Hernández y antes de que pudiera ver algo, lo tomó de los hombros y solo le dijo: -Cálmese por favor! Hernández lo apartó y vio a su esposa tendida en el piso en un gran charco de sangre, muerta.
Javier se quedó plasmado y con la mirada fija en el cuerpo de su esposa mientras se derramaban infinidad de lágrimas que brotaban de sus ojos. Él no lo podía creer, se dejo caer y quedo sobre sus rodillas,  mirando el cadáver. Después de un lapso de 3 minutos miró al oficial Sánchez y le preguntó:
- ¿Qué pasó? – con la voz entre cortada.
-Intentaron robar su casa dos atracadores, su esposa se resistió y le dieron 3 tiros en el vientre. Lo sentimos mucho señor.
Él corazón de Javier se llenó de ira y su cabeza entro en descontrol total, tanto así que quiso acabar con su vida clavándose un cuchillo en su garganta, pero el oficial Sánchez logró evitarlo. Javier entro en crisis y tuvo que ser internado en un hospital psiquiátrico.

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